Cumplidas las siete semanas de erupción, el volcán de la isla de La Palma no tiene visos de remitir en actividad, con la aparición de una nueva colada y los niveles de dióxido de azufre en el aire elevados. Las coladas han cubierto una superficie de 967,85 hectáreas y afectado a más de 2.700 edificaciones, según el programa de vigilancia por satélite Copernicus.
El volcán de La Palma ha emitido durante las últimas horas más lava y cenizas a la atmósfera, con lo que ha empeorado la calidad del aire en algunas zonas y ha incrementado el caudal de las coladas, una de las cuales amenaza con cortar una de las dos carreteras de acceso a Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane.
El aumento de la ceniza también ha llevado a que la compañía aérea Binter paralizara ayer de forma temporal los vuelos con La Palma, mientras continúa en descenso la emisión de dióxido de azufre (SO2), que el domingo llegó a las 4.990 toneladas, y la sismicidad, que aunque sigue siendo elevada, ha remitido.
El volcán entró en erupción el pasado 19 de septiembre en el sistema Cumbre Vieja, en el municipio de El Paso, en la zona suroeste de La Palma, y tras 43 días de proceso eruptivo ha afectado a una superficie de 967,85 hectáreas.
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que este lunes ha viajado por segunda vez a La Palma tras la erupción volcánica, ha asegurado que la emergencia no terminará en la isla hasta que todas las personas afectadas no recuperen un grado de normalidad en sus vidas.
La calidad del aire es, en ocasiones, “muy desfavorable” en el municipio de Los Llanos de Aridane debido a que la concentración de dióxido de azufre supera los 500 microgramos por metro cúbico de aire, que es la cantidad a partir de la cual se debe dar una alerta a la población, algo que no se ha producido.
En este sentido, debido a la presencia en la atmósfera de partículas de menos de 10 micras la calidad del aire ha oscilado este lunes entre “muy” y “extremadamente desfavorable”.
La responsable de la red de Vigilancia Volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, explicó ayer tras la reunión del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), que el aumento de la emisión de lava ha hecho que una nueva colada, la número 11, se dirija hacia el oeste de la isla.
Esta colada está a unos 200 metros de la carretera LP211, ha explicado el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien ha dicho que hay una probabilidad “clara” de que la alcance en “breve”, lo que sería una dificultad añadida para las labores de riego y los trabajos de las desaladoras, así como para el traslado de maquinaria en Puerto Naos.