A 14 kilómetros de altura, la imagen real del sueño. El avión-cohete ha realizado su primer vuelo en solitario en California. Se cumple parte de la fantasía a 45.000 pies sobre la misma cabeza que la soñó. Once minutos de vuelo sobre el desierto de Mojave es sinónimo de éxito para Richard Branson. Los dos pilotos, felices y bautizados. Bautismo espacial, son los primeros a los mandos del planeador suborbital creado para ir de excursión al espacio. Aún sin los seis turistas que dentro de poco irán en su interior, el planeador despegaba unido a su nave nodriza. No ha abandonado la atmósfera terrestre en esta prueba, los objetivos eran ahora la desconexión y el aterrizaje. Y a partir de ahí todo estará preparado. La lista de espera, con 370 nombres, comenzará a moverse, previo pago de 144.000 euros por billete. En ingravidez, a más de 100 kilómetros del suelo.