Un equipo europeo, liderado por el centro tecnológico español IK4-Ikerlan, está desarrollando un nuevo test de diagnóstico de enfermedades genéticas del feto, como el síndrome de Down, o la fibrosis quística, a través de unas pocas gotas de sangre materna. Con este test, basado técnicas de laboratorio en un chip, se quiere sustituir análisis invasivos como la amniocentesis. Su precio estará entre 100 y 200 euros, frente a los 800 que pueden llegar a costar los actuales análisis de cribado de ADN que se comercializan en España.