Las temperaturas mínimas se han disparado este invierno en el Ártico, por cuarto año consecutivo. Este aumento de las temperaturas, acompañado por aire húmedo, entra en el Ártico a través del océano Atlántico Norte –la zona entre Groenlandia y Europa– y también desde el Pacífico Norte.
“Hemos visto el calentamiento de las temperaturas en invierno otras veces, pero se está convirtiendo en algo más frecuente e intenso” dice Alek Petty, investigador del hielo marino en el NASA's Goddard Space Flight Center de Greenbelt, Maryland (EE UU).
¿Qué consecuencias tendrá sobre la extensión máxima del hielo de la temporada de invierno? El hielo se ha reducido en las últimas décadas y ha batido récords mínimos en los últimos tres años. Los niveles de hielo en el mar ya están en mínimos históricos y cerca de mínimos récord en varias áreas del Ártico.
Este año además se ha producido la apertura del hielo del mar que cubre el norte de Groenlandia. El fenómeno desata calor del océano a la atmósfera y hace que el hielo del mar sea más vulnerable. “Ahora, este hielo se mueve rápido, empujado por los vientos del sur y también por las temperaturas más cálidas” concluye.