El cometa Lovejoy está "lleno de vida" y ha pasado de una profunda hibernación en la nube de Oort, su lugar de residencia durante la mayor parte de su existencia, a una "frenética" actividad consecuencia de la radiación solar, dijo ayer el astrónomo Miquel Serra. Lovejoy (C/2014 Q2), que fue descubierto el 17 de agosto de 2014 por el astrónomo aficionado australiano Terry Lovejoy con un telescopio de veinte centímetros de diámetro, sigue el camino hacia el perihelio de su órbita (máximo acercamiento al Sol), que se producirá el próximo 30 de enero.
El astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Miquel Serra ha indicado que aunque en estos momentos Lovejoy se aleja de la Tierra, después de que su máxima aproximación se produjese el pasado 7 de enero, continúa siendo un objeto visible a simple vista, debido a que actividad es alta. Desde el punto de vista astronómico, los actuales son los momentos más espectaculares que puede ofrecer un cometa, y Lovejoy está lleno de "vida".