El aumento de temperaturas modificará drásticamente el ambiente y la biodiversidad del continente antártico. Según un nuevo estudio, el deshielo expandirá para finales de siglo hasta un 25% el territorio habitable de la flora y fauna autóctonas, al mismo tiempo que permitirá la entrada de especies invasoras. Pero los científicos desconocen aún si los efectos del cambio climático beneficiarán o amenazarán a los seres vivos de la Antártida.