Hace sólo 50 años el océano era todavía en gran parte un espacio natural virgen. Hoy día, sin embargo, la sobrepesca y la contaminación son una amenaza para la salud de los océanos, en particular las zonas costeras, que son las más productivas del medio marino. En 1994 la Convención de las Naciones Unidas aprueba la Ley para los Océanos ante el continuo empeoramiento del estado de los océanos. La Convención es uno de los instrumentos jurídicos más importantes del siglo XX. Establece que los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo más allá de los límites de la jurisdicción nacional son patrimonio común de la humanidad que todos tienen derecho a utilizarlos y obligación de protegerlos. Los océanos que cubren dos terceras partes de la superficie de la tierra, contienen las nueve décimas partes de los recursos de agua y el 90 por ciento de la biomasa viviente del mundo y son fuente primaria de alimento para más de tres mil millones y medio de personas. Además son un recurso económico vital que proporciona sus medios de vida a millones de personas en todo el mundo. Los océanos constituyen una fuente de infinitos recursos: alimentos, energía, agua, hidrocarburos y recursos minerales.De los océanos se obtienen toneladas de pescado cada año, sal y agua dulce. Además, el desarrollo de reservas petroleras y de gas natural en ellos abastece gran parte de la demanda mundial de hidrocarburos combustibles. Los océanos actualmente sufren una grave degradación debido a la contaminación, la pesca excesiva y el desmesurado crecimiento urbano costero.El 8 de junio se celebra su Día Mundial a partir de una iniciativa canadiense.