El consumo diario de sal en España empieza a preocupar a los médicos, ya que dobla lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Los panaderos se han puesto de acuerdo para reducir la cantidad de sal que se incluye en el pan, y hoy tiene ya un 26 por ciento menos que hace cuatro años. Ahora se pretende que esta reducción se produzca también en los embutidos que, tras el pan, son el alimento con más contenido en sodio. Para no caer en la tentación, los expertos recomiendan quitar el salero de la mesa, así como recurrir a otras técnicas que hagan que la comida no sea tan sosa, como echarle limón o especias. El consumo excesivo de sal, además de producir hipertensión, sube el riesgo a la hora de padecer enfermedades cardiovasculares.