Los investigadores han probado la nueva metodología EVIAVE en vertederos de España, Chile, Colombia y Venezuela. A partir de este método se ha diseñado un software que disminuye la subjetividad en la medición de impacto de los vertederos sobre el medio ambiente. Permite, así mismo, controlar impactos negativos como malos olores y contaminación de aguas superficiales o subterráneas.