En Estados Unidos se han confirmado ya las peores previsiones. Las tormentas del huracán Álex han arrastrado varias manchas de petróleo a las protegidas costas de Luisiana y Mississipi. Así lo han podido comprobar los grupos ecologistas, que han recogido varias muestras del crudo derramado por la plataforma de BP. Los fuertes vientos y el oleaje que ha traído el primer huracán de la temporada habría facilitado la llegada de esta marea negra a sus marismas. De nuevo, varios pelícanos y aves han vuelto a aparecer impregnados de petróleo.