Esta es la historia de cómo un gen de autodefensa pasó de un vegetal a una mosca, lo que ahora le permite ser una plaga inmune a pesticidas naturales. Este paso de ADN a compañeros del entorno es el primer caso de transferencia genética horizontal que se observa entre un vegetal y un animal complejo, y que funciona.
Esta es la historia de cómo un gen de autodefensa pasó de un vegetal a una mosca, lo que ahora le permite ser una plaga inmune a pesticidas naturales. Este paso de ADN a compañeros del entorno es el primer caso de transferencia genética horizontal que se observa entre un vegetal y un animal complejo, y que funciona.
Hace algo más de 35 millones de años tuvo lugar un secuestro genético determinante e inusual. De alguna manera, un gen de autodefensa de una planta pasó al interior celular de una mosca blanca. Una vez dentro, allí se quedó y desde allí se heredó hasta que a todas ellas se extendió. Desde entonces, la mosca blanca usa su función como escudo y es capaz de resistir los ataques que muchas plantas lanzan contra toda suerte de insectos. Hoy, y en virtud de ese gen, la mosca blanca es una de las plagas más destructivas del mundo.
Toda su historia, en este reportaje.