Los técnicos que buscan a Miguel de Cervantes en la iglesia madrileña de las Trinitarias, donde se cree que fue enterrado, han comenzado con la fase antropológica y forense que tratará de localizar sus restos óseos en una cripta con una treintena de nichos y varios enterramientos en el subsuelo.
Entre los trozos de un ataúd de madera carcomida por el paso de los siglos, el equipo de investigadores que busca a Miguel de Cervantes ha encontrado una prueba que podría resultar concluyente: las iniciales M. C., remachadas en hierro, están incrustadas en uno de los laterales del féretro, en cuyo interior además se han encontrado varios huesos. Así se busca a Cervantes.