Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad Luterana del Pacífico y de la Universidad de Michigan, que aparece en la revista Child Developement. Para Marianne Taylor, profesora en la ULP y autora principal del estudio, “estos resultados tienen implicaciones muy importantes en cómo niños y niñas conciben actividades que están asociadas culturalmente con el otro género”. Taylor piensa que padres y profesores pueden confrontar directamente esta creencia y “animar a niñas y niños a explorar una mayor variedad de actividades escolares”. El estudio analizó las actitudes de más de 450 estadounidenses de diversos contextos étnico-raciales y socioeconómicos.