El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery (Alabama, EE UU), una costurera afroamericana de 42 años llamada Rosa Parks se negó a ceder el asiento a un hombre blanco en un autobús, como cualquier persona negra debía hacer según la ley.
Parks, que era secretaria y ayudante en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color, pasó la noche en el calabozo y llamó la atención de un joven y desconocido Martin Luther King.
Juntos iniciaron una protesta contra la segregación en los autobuses públicos de Montgomery que duró 382 días. Se inició así la lucha por los derechos civiles de los negros en EE UU.
En 1956, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró que la segregación en el transporte estaba en contra de la constitución estadounidense.