Un estudio, realizado por investigadores de las universidades de Standford y Florida, advierte de los efectos nocivos que tiene la combinación de infección de VIH y el alcoholismo. En Alcoholism: Clinical & Experimental Research los científicos señalan que más de la mitad de los pacientes clínicos infectados con VIH beben de forma considerable. A pesar de que la terapia antirretroviral ha ayudado a reducir los déficits cognitivos y motores asociados al VIH, los déficits neuropsicológicos pueden continuar e incluso exacerbarse por el alcohol, ya que ambos factores tienen un efecto sinérgico y nocivo en el funcionamiento cerebral.