Cerca del 80% de los menores que sufre algún tipo de cáncer logra superarlo. Pero su lucha no termina cuando reciben el alta médica. Problemas cardíacos, endocrinos, de fertilidad o incluso la aparición de un nuevo tumor son algunos efectos secundarios que pueden manifestarse muchos años después. Para prevenir y afrontar estas secuelas, los supervivientes piden un protocolo de seguimiento a largo plazo.