El 26 de abril de 1986 se produjo en Chernóbil, Ucrania, el accidente nuclear más grave de la historia. Un repentino aumento de potencia en uno de los reactores de la Central Nuclear de la ciudad provocó un sobrecalentamiento que causó la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
El material radiactivo liberado, unas 500 veces mayor que la de la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó la muerte de 31 personas, forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de unas 135.000 personas y provocó una gran alarma internacional, sobre todo porque se detectó radiactividad en varios países de Europa septentrional y central.