La lista de enfermedades causadas por el tabaquismo es numerosa: afecciones cardiovasculares, respiratorias, cáncer, efectos en la fertilidad o incluso en la salud sexual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que es la causa de muerte de casi 6 millones de personas, un número que prevén que llegue a 8 millones en 2030.
Además, también supone una amenaza para la sostenibilidad, el desarrollo y el medio ambiente y causa del aumento de la brecha de desigualdad sanitaria en los países menos desarrollados. Es más, las grandes plantaciones de tabaco influyen en la deforestación y en la contaminación de fuentes de agua por culpa del uso de fertilizantes y plaguicidas tóxicos.
Por ello, desde 1987 la OMS celebra cada 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco con el objetivo de concienciar a los países de que la lucha contra esta epidemia es una labor global y denunciar la presión que la empresa tabacalera ejerce contra las medidas públicas que abogan por reducir su consumo.