Un estudio demuestra que cierta región en un cromosoma concreto se asocia con la obesidad, si en ella existe pérdida de material genético, y con un bajo peso del individuo, si en esa región hay duplicaciones de ADN. En el trabajo, que se publica en Nature, participan investigadores del Centro de Regulación Genómica, en colaboración con más de 100 centros internacionales.