Observaciones realizadas con el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (ESO) han esclarecido la fuente de poder de una rara y amplia nube de gas resplandeciente en el universo primitivo. Por primera vez se ha detectado que esta gigante “mancha Lyman-Alfa” , uno de los objetos individuales más grandes que se conocen, debe ser alimentada por galaxias en su interior. El estudio se publica en el último número de la revista Nature.