En el mismo año en el que la crisis obliga a dejar bajo mínimos las dos bases españolas en la Antártida, se presenta un vehículo de transporte económico, de fácil manejo y, sobre todo, no contaminante para moverse e investigar en los escenarios naturales más frágiles de la Tierra: el Ártico y la Antártida. Se trata de un trineo de viento de cinco metros de largo por 3,5 de ancho y una tienda-casa que lleva siempre encima. Este medio de transporte es capaz de alcanzar los 50 km/h.
Lo han presentado en el Instituto Cervantes de Madrid el explorador polar Ramón Larramendi y el expedicionario Juan Manuel Viu, dos referentes internacionales en la exploración de estos territorios inhóspitos de la Tierra.
Larramendi fue protagonista de la Expedición Circumpolar Mapfre 1990-93, una travesía pionera desde Groenlandia hasta Alaska que duró tres años y en la que utilizó únicamente trineo de perros y kajak. Desde el año 2000, con su trineo de viento, un diseño propio inspirado en la tecnología inuit, ha realizado otras seis expediciones exitosas, cuatro en Groenlandia y dos más en la Antártida, que han consolidado su prestigio en el mundo de la exploración.
Juan Manuel Viu, geólogo de formación y piloto, fue líder de la base científica española Juan Carlos I durante la campaña 2008-2009, y ha acompañado a Larramendi en varias de sus aventuras polares.