Cuando en 1999 Faustino Organero comenzó a transformar una caseta llena de aperos de labranza en un centro astronómico no esperaba llegar tan lejos. Hoy el Observatorio de la Hita, enclavado en pleno corazón de La Mancha, cuenta con el mayor telescopio en manos de aficionados, desarrolla una intensa actividad divulgativa y ha comenzado a colaborar en un proyecto científico.