Investigadores estadounidenses han descubierto una nueva estrategia para combatir la obesidad: un interruptor biológico que convierte la grasa blanca, la grasa que almacena calorías, en grasa parda, que las quema. Este hallazgo, publicado en la revista Cell Metabolism, subraya que el cambio se produce principalmente en un ambiente con muchos estímulos sociales y físicos.