La mayoría de estudios sobre la adicción a la cocaína se han centrado en la dopamina, un neurotransmisor que se encuentra en ciertas zonas y neuronas del cerebro. Cuando se ingiere cocaína, la dopamina produce un efecto estimulante. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por el Departamento de Energía del estadounidense Brookhaven Nacional Laboratory sugiere que los efectos de la cocaína van más allá del sistema dopaminérgico. Según la investigación, la cocaína tiene efectos significativos en el metabolismo cerebral que son independientes de su acción sobre la dopamina, lo que puede sugerir nuevos caminos para el tratamiento de la adicción a esta sustancia.