Una nueva investigación realizada por la fundación estadounidense Kaiser Permanente ha mostrado que las mujeres que reciben tratamiento durante las primeras fases de embarazo para el abuso de sustancias como el tabaco, el alcohol o las drogas pueden llegar a tener el mismo estado de salud que las mujeres que no consumen estas sustancias. El estudio es el más amplio realizado hasta la fecha, con casi 50.000 mujeres participantes, y muestra que la clave reside en integrar el tratamiento para el abuso de sustancias en la rutina del cuidado prenatal.