Una de las teorías más aceptadas sobre la formación de la Luna es que se creó por la colisión de nuestro planeta con otro menor. De ser cierto, los materiales de nuestro satélite deberían ser semejantes a los del ‘impactador’, pero no es así, y se parecen mucho a los de la Tierra. Una posible explicación es que la composición de los dos planetas fuera similar, según plantea un estudio esta semana en la revista Nature.