El Sol entrará en su 24º periodo de máxima actividad solar a finales del año 2013, según las últimas previsiones. Durante estos periodos se incrementa la emisión de las partículas energéticas que forman el viento solar y se originan las tormentas solares. Uno de sus efectos es el aumento de la frecuencia y luminosidad de las auroras polares, aunque la llegada masiva de electrones también puede causar problemas en los satélites y redes de telecomunicación terrestres, así como en el suministro eléctrico. Los científicos también debaten sobre la relación entre estos máximos solares y el clima de la Tierra.
El número de manchas solares detectadas sobre la superficie del Sol ayudan a definir su actividad. Al acercarnos al máximo solar, el número de manchas va creciendo. Las estadísticas de los últimos 200 años revelan que los máximos –mayor número de manchas solares– siguen una periodicidad de aproximadamente 11 años. El último ocurrió a finales del año 2000, y aunque a partir de 2011 ya se observó un aumento de la actividad solar –con auroras más intensas–, parece que es a finales del año actual cuando el Sol tendrá su nuevo máximo.