Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Nashville (EE UU) y publicado hoy en la revista Science, muestra que la tendencia a tomar decisiones precipitadas e imprudentes deriva de una disminución en la actividad del receptor de dopamina y el consecuente aumento de la liberación de dopamina hacia el cerebro.
Así, los individuos altamente impulsivos muestran menos actividad vinculante en el auto-receptor de dopamina, denominado D2, pero una mayor liberación de dopamina en respuesta al estímulo, como la anfetamina.
Dado que la impulsividad ha sido relacionada en el pasado al abuso de sustancias y a la adicción, los autores sugieren que esta menor actividad de D2 (y el derivado ligero aumento en la liberación de dopamina en otras partes) podría asimismo estar relacionada con el deseo incontrolable de droga.