Un equipo de investigadores del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) ha comprobado que a partir de la sal Azul de Prusia se pueden obtener cianuro de hidrógeno, urea y otras sustancias consideradas esenciales en la formación de las primeras moléculas biológicas. Para realizar el estudio, publicado en la revista Chemistry & Biodiversity, los científicos han recreado las condiciones químicas de la Tierra primitiva.