Durante la edad del pavo no sólo sufrimos cambios corporales y hormonas revolucionadas; también se trata de una época de aprendizaje reducido. Este hecho, documentado desde hace tiempo, ha sido ahora diseccionado y explicado en sus fundamentos celulares y moleculares por un equipo de investigadores norteamericanos.
Los científicos, de las universidades de Nueva York y del Estado de Nueva York, analizaron el proceso de desaceleración del aprendizaje en ratones para descubrir que los responsables son unos complejos receptores que emergen alrededor de las sinapsis de la columna durante la pubertad, afectan las acciones del hipocampo y reducen el aprendizaje. Los receptores Alfa 4-Beta-Delta GABAA interfieren en las señales que van hipocampo, algo vital para la comunicación entre las neuronas. Sus resultados se publican en Science.