Un equipo internacional describe esta semana en Science el fenómeno de la reconexión magnética en la denominada ‘cola magnética’ de Venus. La reconexión magnética conduce a la conversión de energía magnética en energía cinética de partículas de plasma, y sucede cuando las líneas del campo magnético se conectan entre sí, un fenómeno responsable de las auroras boreales en la Tierra. Hasta ahora este proceso se conocía en planetas con un campo magnético intrínseco, como la Tierra, Mercurio, Júpiter y Saturno. Alrededor de ellos, el campo magnético desvía las partículas cargadas del viento solar y se crea una “burbuja” protectora a su alrededor que culmina en una ‘cola magnética’ alargada. Pese a no tener un campo magnético, Venus tiene esa cola magnética como el resultado de la interacción entre la ionósfera del planeta y el viento solar. Para realizar este estudio se han utilizado los datos de la sonda Venus Express de la Agencia Europea Espacial (ESA).