Científicos del Instituto Scripps de Investigación han podido observar cómo funciona el proceso biológico de la endocitosis, por el que las células introducen en su interior moléculas o partículas del torrente sanguíneo. Así, los investigadores han descubierto que la membrana exterior de la célula se hace a sí misma un pequeño pellizco en forma de bolsa, lo que le permite meter en su interior las moléculas del exterior sin hacerse agujeros, por los que podrían gotear los fluidos de ambos lados de la membrana. Según Sandra Schmid, una de las autoras del artículo, “conseguir hacer esto sin pérdidas de líquido es toda una hazaña”. “El entorno exterior de una célula es muy agresivo, de forma que si alguno de los líquidos tóxicos se introduce en la célula, la acabaría matando”. Los resultados se publican en Cell.