Las terapias basadas en mindfulness están en auge, y si les añadimos un toque de neurociencia los resultados de búsqueda en Google se disparan, aunque no todas cuenten con el respaldo de la evidencia científica. De este dueto nace la neurofelicidad, que utiliza la meditación y la realidad virtual para enseñar a nuestro cerebro a ser más feliz. ¿Fraude o realidad?