Investigadores estadounidenses confirman, en un estudio que se publica esta semana en Science, que los efectos reales de las emisiones de CO2 en la atmósfera son diferentes a los que vaticinan el Protocolo de Kyoto y el Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático (IPCC), porque olvidan calcular la interacción de los gases con los aerosoles. El nuevo hallazgo ayudaría a mejorar las estrategias para frenar el calentamiento global.