Nuestra galaxia no es plana ni un disco perfecto. Un equipo de científicos chinos y un investigador australiano han creado el mapa 3D más preciso de la Vía Láctea, y al hacerlo, han descubierto que está deformada: uno de sus bordes está torcido hacia arriba y otro hacia abajo (como se ilustra en la imagen).
Para realizar el estudio, que esta semana publican en la revista Nature Astronomy, los autores se han basado en las posiciones de 1.339 cefeidas clásicas, un tipo de estrellas mucho más brillantes que el Sol y cuyas distancias se pueden registrar con gran precisión hasta los bordes más lejanos de la galaxia. Los datos los ha facilitado el telescopio WISE de la NASA y la sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según el modelo tridimensional desarrollado por los investigadores, el masivo disco interno de la Vía Láctea parece haber desatado las poderosas fuerzas gravitatorias y rotacionales que han retorcido progresivamente sus regiones más externas.