Investigadores estadounidenses han estudiado cómo los dinosaurios pudieron sobrevivir a niveles mínimos de oxígeno, cuando éstos estaban al 12%. Para ello, se centraron en un pariente moderno, el aligator americano, que ha sobrevivido en su forma básica durante 220 millones de años. Los resultados demuestran que las crías de aligator desarrollan a los pocos meses de nacer unos pulmones más grandes que se dilatan para compensar el bajo suministro de oxígeno.