Un equipo de investigadores de la Universidad de Pisa ha realizado un estudio para averiguar qué factores influyen en la conducta de los jugadores compulsivos. Este comportamiento, motivado tanto por factores ambientales como por una predisposición genética, se podría deber a una suerte de rigidez mental. Los científicos sometieron a un grupo de 20 jugadores patológicos a una serie de tests neuropsicológicos para descubrir qué partes del cerebro están relacionadas con este trastorno. Los resultados mostraron que la mayoría de pacientes fallaba en un test dedicado a la clasificación de cartas, en el que no lograban aprender de sus errores para encontrar soluciones alternativas para resolver el ejercicio. Según Donatella Marazziti, de la Universidad de Pisa, “estas diferencias pueden ocasionar una especie de ‘rigidez’ cognitiva que predispone a una persona a desarrollar un comportamiento impulsivo o compulsivo, que conduce al juego patológico”.