Un equipo internacional de investigadores ha analizado la relación entre la cantidad de fósforo registrada en 1.500 lagos y embalses europeos y la proliferación de cianobacterias, unos microorganismos que producen toxinas. Los resultados revelan que el 23% de estas masas de agua en España superan un nivel establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el porcentaje se eleva a cerca del 50% en Alemania y Países Bajos.