Unos nuevos fósiles, hallados por un equipo internacional de científicos, retrotraen el primer registro de las serpientes unos 70 millones de años y desafían las teorías anteriores que sugerían que la cabeza de la serpiente se desarrolló después de la evolución de su cuerpo alargado. Pero aún se desconocen muchos aspectos del origen de las serpientes.
Los análisis permitieron describir cuatro nuevas especies de serpientes procedentes de Inglaterra, Portugal y EE UU, cuyos fósiles datan de hace entre 167 a 143 millones de años (Jurásico Medio-Cretácico Inferior), lo que remonta el primer registro de serpientes unos 70 millones de años atrás.
El estudio actual sugiere, al contrario de lo que se pensaba, que "las primeras serpientes poseían cabezas de serpiente en cuerpos poco especializados".
Los investigadores proponen conocer más acerca de la anatomía de las primeras serpientes para determinar a qué lagartos se parecen más y a qué grupo corresponden.