La aurora polar es un hermoso fenómeno natural que se produce debido a la colisión de energía solar, en forma de materia cargada de electrones, con la magnetosfera de la Tierra. Este choque desencadena una subtormenta magnética que lanza la materia hacia los polos de nuestro planeta y genera el juego de luces que conocemos como ‘aurora’. Hasta ahora, los científicos consideraban que las auroras boreales del polo Norte y del polo Sur eran idénticas, pero un nuevo estudio acaba de demostrar que no es así. Los investigadores, de la Universidad de Bergen (Noruega), se dedicaron a analizar los datos que sobre las auroras les proporcionaron los satélites de la NASA Polar e IMAGE. En las páginas de Nature tratan de explicar porqué sucede este fenómeno, que atribuyen a que las diferencias en la exposición al sol generan corrientes eléctricas que circulan en la magnetosfera, produciendo auroras distintas.
Los resultados del estudio tienen un alcance que va más allá del estudio de las auroras boreales, puesto que ponen en evidencia que los datos de un hemisferio solo no son suficientes para establecer las condiciones del otro.