El envejecimiento prematuro ya tiene tratamiento. El hallazgo, con sede compartida entre España y Francia, permite comprender uno de los mecanismos del envejecimiento y ofrece una esperanza a los enfermos de progeria. Se trata de niños y jóvenes que a los 15 o 20 años han envejecido tanto que, hasta ahora, no podían soñar con superar esta edad. De momento, los resultados han permitido alargar un 80% la vida de ratones con progeria, y el salto de los fármacos al ser humano es más corto que en otras ocasiones: muchos de los enfermos europeos participarán en el inminente estudio clínico que probará en Francia el tratamiento.
Con su último trabajo, el Grupo de Bioquímica y Biología Molecular que dirige en la Universidad de Oviedo Carlos López Otín, junto a investigadores del Instituto Asturiano de Odontología y del Departamento de Cirugía de la misma Universidad, han conquistado este mes la portada de Nature Medicine, una de las revistas biosanitarias más prestigiosas del mundo. Pero el descubrimiento que desde Asturias ha atraído la atención de la comunidad científica internacional no ha sido coser y cantar: ¿dónde ha “tropezado el microscopio” y en qué fronteras de la ciencia los investigadores han puesto un pie en lo desconocido?