Cuando los niños sufren un paro cardiaco fuera del hospital, la reanimación cardiopulmonar (RCP) realizada por los testigos presenciales incrementa la posibilidad de supervivencia. Así lo indica un estudio, publicado hoy en la revista The Lancet, que además muestra cómo, en casos de ahogamiento, la RCP más efectiva es la que incluye compresiones torácicas acompañadas de técnicas de respiración boca a boca.