Uno de los problemas de los tratamientos contra la depresión es que sus efectos beneficiosos pueden tardar semanas en manifestarse; un serio inconveniente para pacientes con depresión grave y riesgo de suicidio. Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Monte Sinaí de Nueva York propone un tratamiento sorprendente para estos casos: el uso de ketamina, una droga que ya ha mostrado sus efectos antidepresivos en otros estudios.
Los científicos estudiaron los efectos de la ketamina intravenosa en la propensión al suicidio en pacientes con resistencias al tratamiento de la depresión. Sus resultados, que se publican en Biological Psychiatry, muestran que la droga redujo los pensamientos suicidas de los pacientes tras la primera dosis, y que la reducción se mantuvo cuando los pacientes recibieron varias dosis a lo largo de las dos semanas siguientes. Aun así, los investigadores advierten que dado que se trata de un estudio preliminar con un reducido grupo de pacientes, se necesita investigar más para repetir los resultados.