Un estudio, publicado en la revista Ecosistemas y que recoge las conclusiones de trabajos realizados durante los últimos 15 años, demuestra que la presencia de Apis mellifera está provocando una disminución de la riqueza de especies de polinizadores nativos, lo que conlleva efectos negativos directos e inmediatos en la reproducción de algunas plantas exclusivas de la isla, como el tajinaste rojo (Echium wildpretii) y la retama del Teide (Spartocytisus supranubius).
Los resultados sugieren que esta actividad agropecuaria produce una fuerte competencia por los recursos naturales (polen y néctar) entre la abeja y los polinizadores nativos, muchos de ellos endémicos, y únicos en este ecosistema.
Por esta razón, los científicos recomiendan la supresión de las colmenas en el interior del parque como medida inmediata de conservación, antes de alcanzar una situación de no retorno: "La prohibición no llevaría un impacto económico significativo en la población", aseguran.