Los camaleones pueden utilizar su capacidad de cambiar de color para camuflarse y para hacer señales a otros camaleones, pero, contra lo que comúnmente se cree, fue esta última necesidad la que marcó la evolución de esta característica. Un estudio publicado en la revista PLoS Biology muestra que lo determinante en la evolución del cambio de color fue la necesidad del camaleón de resultar más llamativo, ya fuese para llamar la atención de posibles parejas como para mostrar su agresividad.