Un equipo internacional de investigadores desvela esta semana en Nature una nueva forma estable del boro. La estructura está compuesta de de icosaedros (estructuras con 20 caras compuestas por triángulos equiláteros) con carga negativa (B12) y con carga positiva (B2). El boro, el quinto elemento de la tabla periódica, es el único elemento ligero cuya fase estable todavía no se ha establecido de forma experimental. Esto se debe a que el boro puede adoptar una gran variedad de estructuras diferentes, y éstas son, además, extremadamente sensibles a la presencia de pequeñas cantidades de impurezas químicas.