Una disminución de la nubosidad pudo haber provocado episodios críticos de efecto invernadero en el Cretáceo, tal y como sugiere un nuevo modelo. Los científicos han propuesto una gran variedad de teorías para explicar las altas temperaturas en el Cretáceo, que las relacionan con el gas metano o cambios en las corrientes oceánicas. Estas explicaciones son plausibles pero difíciles de evaluar. “Nos llamó la atención la incapacidad de los modelos climáticos para reproducir adecuadamente el clima durante los episodios críticos de efecto invernadero del Cretáceo y el Eoceno”, dice Lee Kump, profesor de geociencia y autor del estudio que se publica esta semana en Science junto a David Pollard.
Pollard y Kump propusieron otro escenario: en el Cretáceo, el clima cálido hizo que disminuyera el crecimiento de organismos que liberan partículas que siembran nubes en la atmósfera, lo que provocó un descenso de la nubosidad y más calentamiento. Usaron un modelo climático para simular estas condiciones y hallaron que la reducción de la nubosidad conducía de hecho a un calentamiento espectacular tanto en los trópicos como en altas latitudes.