La búsqueda y la interpretación de piezas arqueológicas que explican la actividad del ser humano en la Prehistoria pueden estar distorsionadas si los asentamientos se ubican en espacios arados. Investigadores españoles acaban de publicar en la revista Geoarchaelology un trabajo de referencia que concluye que la agricultura expande el área de los yacimientos y reduce su densidad ocultando el 90% de las piezas.