La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado las cabinas bronceadoras de rayos ultravioleta en la primera categoría de riesgo de cáncer, el grupo 1 de carcinogénicos para humanos. Hasta ahora, el uso de lámparas solares y de camas solares estaba clasificado en el grupo 2A como "probablemente carcinogénicos para humanos". Estos hallazgos, publicados en una edición especial de la revista The Lancet Oncology, sostienen incluyen también en este grupo de riesgo a la radiación ultravioleta.