Por primera vez se han detectado desde el espacio concentraciones de algas marinas del género Sargassum en el Golfo de México. La monitorización global de este tipo de algas planctónicas permitirá entender mejor la producción primaria del Océano Atlántico y mejorar las predicciones del cambio climático. Las imágenes se han obtenido gracias a los datos facilitados por MERIS (espectrómetro de imágenes de resolución media), un instrumento óptico incorporado al satélite Envisat de la Agencia Espacial Europea (ESA).
En el marco del proyecto "GlobColour", los investigadores de la ESA están estudiando el ciclo del carbono en los océanos, que pueden jugar un papel importante a la hora de almacenar los 25.000 millones de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera por las actividades humanas. El color del agua del mar depende en gran medida de la cantidad de fitoplancton y de las plantas marinas que viven en las zonas iluminadas de su superficie. Al igual que las plantas terrestres, el fitoplancton acumula CO2 durante la fotosíntesis y lo almacena en sus tejidos, por lo que actúa como un importante sumidero de carbono.